Medicina
natural- se utiliza para numerosas afecciones
AVANZA EL USO DE FITOMEDICAMENTOS
Ya hay 45 productos aprobados en la argentina que reúnen condiciones de seguridad y de efectividad.
Cada vez son
más los medicamentos de origen natural aprobados en el país para una amplia
variedad de problemas de la salud. Mientras que hace 10 años existían alrededor
de 20, la Asociación Argentina de Fitomedicina afirma que ya hay una lista de
45 remedios fitoterápicos que reúnen las condiciones de seguridad y efectividad
que se exige a los fármacos sintéticos.
De hecho un
programa de atención primaria en Misiones puso a prueba la utilidad de cuatros
fitomedicametos aprobados por la Ammat para distintas dolencias en los
servicios de atención primaria de la salud. Así, las píldoras o el jarabe de
ambay, la crema de caléndula, el extracto de carqueja y los comprimidos de congorosa ayudan a reducir los efectos adversos y la toxicidad de los
medicamentos químicos.
A diferencia
de las plantas medicinales, que son las que se consiguen en las herboristerías
y utiliza el 80% de nuestra población por herencia familiar o consejo de alguna
vecina experimentada, los fitomedicamentos se venden en las farmacias, aunque
no siempre bajo receta.
“son drogas vegetales (partes de las plantas
utilizables medicamente) con ingredientes activos que demostraron tener alguna
función terapéutica luego de exámenes toxicológicos y mutagenicos, además de
demostrar que no son abortivos, entre otros requisitos, y que cumplen con las
normas de seguridad que avalan la Organización Mundial de la Salud”,
explico la Nación el doctor Jorge
Alonso, presidente de la Asociación Argentina de Fitomedicina.
Y tanto es
el avance del uso de estos remedios naturales que la facultad de Medicina de la
Universidad de Buenos Aires (UBA) le abrió sus puertas hace dos semanas. Fue
durante la I Jornada de Remedios Naturales: De la Planta al Medicamento, que
presidio Alonso, y a la que asistieron casi mil médicos, farmacéuticos y hasta representantes de la industria
farmacéutica.
Atención primaria.
“las plantas no se pueden registrar, por lo que no
generan ganancias. Por eso, muchas veces no le interesan tanto a la industria.
Pero muchos de los grandes laboratorios tienen uno o dos productos de origen
fitoterápico”, indico el farmacéutico Fernando Estévez Castillo, director del
curso de Posgrado de Farmacia Homeopatica de la Facultad de Farmacia y Bioquímica
de la UBA.
Además,
agrego que gran cantidad de las últimas investigaciones de fármacos, como las
estatinas para reducir el colesterol, están empezando a indagar como responden
los pacientes al agregado de un fitomedicamento al fármaco sintético.
“La atención
primaria de la salud tiene que usar las plantas medicinales cuando la economía
real no alcanza para adquirir un medicamento
o los pacientes viven muy aislados. Por eso, es tan importante la
participación del Estado en la regulación y en la promoción de esta práctica”,
sostuvo el doctor Javier Valverde, integrante de la Comisión de Atención
Farmacéutica de la Septima Edicion de la Farmacopea Argentina, el libro oficial
en el que se publican las drogas y los medicamentos para el ejercicio de la
medicina y la farmacia.
Justamente así
surgió el programa de Misiones, alla por 2001, cuando la crisis dejo al 40% de
la población sin acceso a los medicamentos. El programa “Cultivando la Salud”,
una iniciativa de la Asociación Argentina de Fitomedicina de asistencia
gratuita con productos de plantas medicinales, autorizada por el Ministerio de
Salud, ya se extendió a Santa Fe y a Buenos Aires, donde lo supervisan las
carteras sanitarias provinciales.
Cultivando la salud
Los
medicamentos utilizados, de especies cultivadas en distintas zonas del país,
son producidos en el Laboratorio Provincial de Misiones y se distribuye
gratuitamente a los pacientes a los que se los recetan los médicos de atención
primaria.
Son el jarabe de ambay
para tratar la tos y el catarro en chicos y adultos; el extracto de
congorosa, que está indicado en los casos de gastritis y úlceras
gastroduodenales; la crema de caléndula, que es para tratar las escaras de
decúbito, las quemaduras, las grietas de pezón y la dermatitis de pañal, porque
tienen una concentración de principios activos 600 veces mayor que otros
productos que están en el mercado (por eso está registrado como medicamento), y
que es útil como hepatoprotector.
“Ahora estamos detrás de la aprobación de un piojicida natural, porque el que se está distribuyendo
con el plan Remediar no está dando buenos resultados-indico Alonso-. Es que, a
veces, el producto químico produce un acostumbramiento del organismo o
resistencia. En cambio, es difícil que el remedio fitoterapico tenga esos
problemas”.
Es que, según explico, los fitomedicamentos “actúan como una
llave que fuerza su entrada a una cerradura, que es un receptor (en una célula),
en lugar de encajar perfectamente como el medicamento químico. Esto hace que actúe.
Además , al tener muchas moléculas, hay algunas que potencian otras y hay otras
que contrarrestan los efectos adversos.
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